Es hora de cerrar

¿Cuántas cuentas de ahorro o de cheques tienes? ¿Dos, tres… nueve? Muchas personas intentan organizar sus finanzas personales y de pareja distribuyendo su dinero en diversas cuentas a las que les asignan "intenciones". Entienden que separando su dinero en diferentes cuentas bancarias están efectivamente asignándole funciones específicas. "Esta es la cuenta para la universidad de mis hijos, en esta cuenta ahorramos para las vacaciones familiares, tenemos una cuenta compartida para cosas del hogar y claro, las cuentas de nómina, que solo las usamos para transferir dinero a las demás". ¿Te suena familiar?

Cuando alguien me describe su engranaje financiero lleno de cuentas bancarias "especializadas", sonrío nerviosamente. Noto el esfuerzo que han puesto en crear su maquinaria y, caramba, aplaudo por eso. Sin embargo, es necesario que hablemos de lo inútil, complicado y costoso que es tener tantas piezas redundantes. Hablemos de cerrar cuentas bancarias innecesarias.

Lo inútil

Cuando aprendes a usar el Método YNAB, te das cuenta bastante rápido de que hay una diferencia inmensa entre el presupuesto y las cuentas bancarias. En YNAB, las cuentas son solamente "lugares", nunca "propósitos" ni "intenciones". Una cuenta es simplemente una ubicación física en algún banco. Y como las cuentas bancarias nunca se llenan (puedes depositar millones y millones de dólares en ellas), tener muchas cuentas es realmente innecesario. Veamos un ejemplo práctico:

Julián acaba de cobrar 1,650 dólares en su cuenta de nómina. Tiene además, una segunda cuenta con 800 dólares ahorrados para vacaciones, 600 dólares en una tercera cuenta para la educación universitaria de sus hijos pequeños y en una cuarta cuenta lleva 1,200 dólares ahorrados para el inicial de un nuevo vehículo. En total, Julián tiene cuatro cuentas cuyos balances suman 4,250 dólares.

Claramente, Julián quiere mantener el dinero separado para evitar gastarlo en cosas que no debe gastarlo. Su racional le indica que nunca debe usar los dineros de esas cuentas para cosas que no sean lo que el nombre de la cuenta indica. Si me preguntas, ese plan me parece muy loable… pero en YNAB, no es necesario.

Mira ahora cómo funciona la intención de Julián en YNAB:

En este ejemplo, Julián ha aprendido a usar YNAB para asignar trabajo a su dinero en el presupuesto, no en las cuentas. Movió todo el dinero de las tres cuentas satélite a su cuenta de nómina, y tiene exactamente el mismo monto total. ¿Qué cambió? Que en el presupuesto asignó los montos previamente ahorrados en categorías específicas que se ajustan a su plan.

"Pero…" —ya te escucho protestar— "¡si Julián pone todo el dinero en una sola cuenta, va a gastar lo de las vacaciones sin darse cuenta!". Es un temor común, pero infundado. Julián ya sabe que nunca debe mirar el balance de su cuenta para tomar decisiones financieras: lo que mirará siempre son sus categorías. Y en el ejemplo anterior, hay 1,650 dólares (su pago de nómina) esperando tener trabajo asignado (mira arriba donde dice "ready to assign"), porque de los 4,250 totales, ya 800 son de vacaciones, 600 de estudios y 1,200 para el nuevo automóvil. ¿Vas viendo la diferencia? Ah, pero espera, aún hay más. Mira qué pasa cuando él asigna todo el dinero sin oficio:

Julián tomó todo el dinero que recibió de su empleador y lo distribuyó en sus prioridades inmediatas. La regla 1 de YNAB es el faro que utiliza para ello: ¿Qué debe resolver este dinero antes de que llegue más dinero? Julián decidió priorizar la mayoría de sus gastos fijos mensuales, asignar dinero a sus gastos frecuentes y colocar dinero en sus gastos no mensuales. ¡Hasta aumentó el monto asignado a vacaciones, estudios y nuevo auto! ¿Cuánto ha gastado? Ni un centavo: Fíjate que en su cuenta de nómina siguen estando los mismos 4,250 dólares. Pero son 4,250 dólares con trabajos definidos en YNAB.

Ahora bien, lo que importa en este punto es que las cuentas bancarias que Julián tenía antes de empezar a usar YNAB ahora son totalmente innecesarias. Es justo lo que YNAB revela: No necesitas tener montones de cuentas, sino montones de categorías para el dinero. Las cuentas accesorias son inútiles.

Lo complicado

Además de inútiles, tener una maquinaria financiera con muchas cuentas bancarias añade un nivel de complejidad que entorpece todo. Julián recibía el dinero por su trabajo en una cuenta y tenía que ir a varios bancos o realizar distintas transferencias bancarias entre sus propias cuentas para mantener la intencionalidad de sus ahorros. Con YNAB lo único que necesita es sumarle más dinero sin oficio a las categorías. Más simple, imposible.

Además, en YNAB Julián ha creado montones de categorías que se ajustan a sus necesidades y sus prioridades, y ha asignado dinero a la mayoría de ellas. ¡Para tener ese nivel de control, intención y granularidad con su método anterior tendría que abrir más de veinte cuentas! ¿No es sopotocientas veces más eficiente hacerlo con YNAB?

Lo costoso

Un aspecto final que pocas personas se detienen a calcular tiene que ver con el costo de tener muchas cuentas bancarias. En muchos países, los bancos cobran comisiones por "manejo de cuenta", mensualidades por uso de cajeros automáticos, seguros, comisiones por balance mínimo, cargos especiales y mil cosas más que inventan para sangrar a los clientes. ¿Para qué regalarle dinero a los bancos por conceptos duplicados? No sé tú, pero mientras menos dinero los bancos me quiten por usar MI DINERO, menos molesto me sentiré.

Consideraciones finales

Felicito a toda persona que actualmente tenga un semillero de "cuentas satélite" con el propósito de ahorrar para objetivos específicos. La intención de mantener un sistema financiero de esa manera es aplaudible, pero confío en que ya estarás viendo que hay una mejor manera de crear discrecionalidad con tu dinero: Las categorías del presupuesto YNAB son la mejor solución.

Ok, pero ¿cuántas cuentas son muchas cuentas? Eso, como todo, va a depender de cada caso. En general, pienso que una persona puede manejarse perfectamente con una o dos cuentas bancarias, en distintas instituciones financieras. Hay ocasiones en las que "es obligatorio" abrir cuentas bancarias. Algunos ejemplos: al solicitar préstamos, muchos bancos exigen que se cree una cuenta asociada al préstamo. También, si cambias de empleador, es posible que te obliguen a crear una cuenta en un banco que no usabas, porque la nómina la pagan por ese medio.

Lo importante es que tomes conciencia de lo impráctico que es tener demasiadas cuentas y busques la forma de tener solo las estrictamente necesarias, y que empieces a ver las ventajas de presupuestar con alguna herramienta que te permita asignar intenciones sin necesidad de abrir montones de cuentas. ¿Mi recomendación? Ya la sabes: You Need A Budget. Usa mi enlace de referimiento para obtener una prueba totalmente gratuita y totalmente funcional por 34 días, y si te suscribes al servicio obtendrás (y yo también) un mes adicional gratis luego de tu primer ciclo de pago.


0 Comments

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¡Continúa leyendo!

Pin It on Pinterest

¡Compártelo!

¿Que tal si le envías esto a alguien?