Imagina por un momento que caes en el túnel del tiempo y mágicamente regresas a la época de las cavernas. La humanidad enfrenta espeluznantes retos para sobrevivir, pero al menos todavía no existen los impuestos 😊 …aunque tampoco han inventado la pizza 😢 Estás junto a un grupo de Homo sapiens luchando contra un mamut lanudo cerca de lo que hoy sería Düsseldorf, y presencias la ulterior victoria de tus nuevos amigos.
Tu tribu de sapiens es un clan familiar y comparten todo —los triunfos y las desgracias. Son territoriales, y por lo mismo sus enemigos más cercanos son los Homo neanderthalensis que viven más arriba en las montañas. Los neandertales tienen pieles más gruesas y están mejor adaptados al frío del área, pero en las montañas tienen menos oportunidad de cazar mamuts lanudos.
Los sapiens celebran ruidosamente su victoria mientras degollan el mamut y lo acercan a las cuevas donde ya el fuego arde para cocinar la carne. De repente, un joven neandertal se acerca a la tribu arrastrando algo que parece un animal muerto. El silencio y la tensión arropan toda la región. Un sapiens aulla para atacar al invasor, pero un compañero lo detiene golpeándolo con una costilla del mamut.
El neandertal arroja su cargamento —son pieles de cabra. Mientras resopla, señala un costado del mamut y aunque no entiendes una palabra, ya comprendes lo que pasa. El sapiens de la costilla recoge las pieles y mira al neandertal. Luego se acerca al mamut y arranca varias piezas de carne y las deja caer a los pies del extranjero. El sapiens se retira con las pieles y cubre con ellas a tres hembras de la tribu que amamantaban temblorosas de frío a sus sapiencitos.
Felicidades: acabas de presenciar la primera transacción de la historia de la humanidad.
Vamos de paseo
Detrás de toda transacción (prehistórica o actual) existe el componente del valor. No puede existir comercio sin que bienes tangibles o intangibles sean valuables para sus poseedores y adquirientes. Cuando compras un aguacate, te desprendes de un monto de dinero que te parece apropiado por el privilegio de disfrutar ese manjar. Si el aguacatero te pide mucho más que lo que estimas justo, consideras que el aguacate no vale tanto. Si le ofreces menos dinero, tampoco habrá operación.
No hay registro alguno de que la primera transacción de la humanidad sucediera de la manera que viste en el túnel del tiempo. De hecho, en un escenario semejante, lo más probable es que los sapiens le cayeran a costillazos al pobre neandertal y se quedaran con las pieles sin dar ni un poquito de chicharrón de mamut. Sin embargo, sí es seguro que la primera transacción fue un…
Trueque

Cuando haces un intercambio simple de algo tangible que otra persona aprecia como deseable, y tal persona te entrega a cambio algo que a ti te parece deseable, estás haciendo un trueque. Siguiendo con el ejemplo de los sapiens, si el neandertal hubiera arrastrado un tronco, el trueque no habría sucedido pues troncos tenían los sapiens por todas partes. Sin embargo, al llevar pieles ya listas para vestir, el sapiens vio en ellas un valor real e inmediato (cubrir a las madres) a cambio de entregar un poco de comida.
La clave para entender el trueque es que el valor es relativo. No existe una regulación que evalúe la justicia de un trueque a la luz de métricas estandarizadas, por lo que todo depende de lo que las partes asuman como "valioso". Es por eso que cuando los españoles llegaron a las Antillas recibieron pepitas de oro de parte de los taínos de La Española a cambio de simples espejitos.
Por miles de años, la única manera de hacer comercio fue el trueque, pero cuando los humanos empezaron a asentarse y crear comunidades más organizadas, se hizo complicado ir al mercado con un fardo de arroz y tres canastas de tomates para comprar una vaca. Así empezó a surgir un mecanismo de intermediación que en casi todas las civilizaciones recayó sobre los…
Cereales y especias

Las civilizaciones más antiguas empezaron a crear "equivalencias" y hay registros de más de 6 mil años de que en Mesopotamia ya se usaban medidas de cereal, granos y hasta sal (de ahí viene "salario") para completar transacciones. Existían distintos tipos de "monedas de curso legal" pues el comercio podía hacerse igualmente en sal o en trigo, según conviniera. Sin embargo, todos estos "tipos de moneda" seguían siendo bienes útiles intrínsicamente (los cereales, granos y sal son comestibles).
Aunque la vida se movía razonablemente bien, surgieron problemas: Las personas podían cultivar dinero (¿ves? El famoso "árbol de dinero" sí existía). No pasó mucho tiempo antes de que empezara a ser necesario crear un mecanismo más sensato y controlable, y así fue como los ricos introdujeron como "moneda de curso legal" los…
Metales y piedras preciosas

En vez de andar a cuestas con muchas libras de trigo y sal, los pueblos empezaron a depender de "objetos inservibles" a los que asignaron valor. Bastaba llevar una bolsa de plata para comprar la vaca. En términos prácticos, una vaca es infinitamente más valiosa que la plata (provee leche, crías y eventualmente carne mientras la plata no alimenta), pero al decidir que un poco de plata valía una vaca, se creó la primera forma de dinero como lo conocemos hoy día. Por primera vez se transaccionó con un "objeto inservible" a cambio de bienes alimenticios. De paso, en muchos países de habla hispana aún se le dice "plata" al dinero. Y todo esto, porque nos pusimos de acuerdo para asignar valor comercial a la plata, el oro, los diamantes y los tenis Jordan. Así nació el…
Dinero

La invención del dinero es uno de los eventos más cruciales de la historia de nuestra especie. Yuval Noah Harari narra en su maravilloso libro Sapiens, cómo el dinero se convirtió en un "lenguaje universal" que propulsó todas las civilizaciones que nos precedieron. Un árabe no compartía su cultura con un hindú, ni creía en sus dioses y básicamente eran enemigos para todo, pero podían comerciar exitosamente gracias al dinero. Las primeras monedas vinieron a resolver todos los problemas comerciales del mundo antiguo, y empezaron a ser útiles principalmente a orillas del Mediterráneo, extendiéndose rápidamente tierra adentro.
Es curioso que civilizaciones desconectadas de Eurasia como los Aztecas, Mayas e Incas, también desarrollaron formas de dinero aún vigentes para cuando los españoles llegaron a fastidiar América. De igual forma, China, Indoasia y África tuvieron sus sistemas de comercio, pero ya para el Renacimiento, el mundo entero dependía en una u otra forma del dinero para el comercio. De esa manera, cobraron crucial importancia los…
Bancos

Si bien es cierto que los orígenes de la banca están sembrados en la polvorosa Mesopotamia, fue para mediados el milenio pasado que adquirieron el protagonismo que aún tienen. Su labor de coordinación en la creación y regulación de dinero determinó la suerte de países, pueblos y familias completas. Previamente, los bancos eran más prescindibles, pues aunque había un acuerdo tácito de que las monedas y las joyas eran valiosas, no existía una autoridad arbitraria sobre ello.
Los bancos funcionaron como jueces y parte en el juego del comercio, y el golpe magistral de su éxito se debe a que crearon el componente de la escasez. No todo el mundo podía hacer dinero, y nadie podía alterar el valor del mismo. Los gobernantes vieron la importancia de este ejercicio y es por eso que todos los presidentes de tu país han sido y serán siempre amigos de los banqueros. Y fueron los primeros banqueros quienes inventaron los…
Préstamos

Las ventas a crédito son tan antiguas como el dinero, lo mismo que el concepto de intereses y los castigos por falta de pago. Hay registros muy bien documentados de libros contables de hace milenios donde se detallan los pagos atrasados y las deudas de muchos habitantes de esos pueblos ancestrales. Créeme, no eres el primero en estar en rojo en los burós de crédito.
Con el paso de los siglos, los prestamistas se dieron cuenta que el éxito de su negocio no era acumular mucho dinero, sino tenerlo repartido entre los habitantes, enriqueciéndose al cobrar intereses. Olvídate de toda la publicidad donde dicen que tú les importas, en el fondo solo les interesa que les tomes dinero prestado.
Los préstamos han evolucionado mucho y se han especializado por temática. Usualmente son para compras grandes como un vehículo o una vivienda, pero hoy día puedes contratar un préstamo para cualquier proyecto, con características únicas en cada caso.
Obviamente, los banqueros se arriesgan cuando prestan dinero (algunos clientes no pueden devolver lo prestado, puede suceder una guerra o un cataclismo que rompa la cotidianidad). Al final, los banqueros se dieron cuenta de que tenían que cuidarse de los riesgos e inventaron los…
Seguros

Quizás alguien no vea a primera vista la relación entre la banca y las aseguradoras, pero ambas industrias están visceralmente enlazadas, al punto que muchos economistas hablan de "banca/seguros" como una sola cosa. Los principales clientes de las aseguradoras son los bancos, y lo mismo a la inversa. Aunque son dos negocios distintos, funcionan de manera muy similar. Cuando un cliente va al banco a pedir un préstamo, el banco va a la aseguradora y pide un seguro. Si el cliente falla en honrar su compromiso, el banco recupera su inversión cobrando el seguro. Pero si el cliente devuelve el dinero a tiempo (como hace la mayoría), la aseguradora no pierde nada. Por supuesto, en el fondo quien paga el seguro es el cliente.
El negocio de las aseguradoras es tan bueno que existen montones de variantes. Además de los clásicos seguros de vida, de vivienda y de vehículos, hoy día hay ARS (administradoras de riesgos de salud) y AFP (administradoras de fondos de pensión), negocios que en el fondo no son más que aseguradoras (una asegura tu salud, otra tu vejez… o al menos, eso dice el diccionario).
Más aún, existen aseguradoras que aseguran a otras aseguradoras. ¿Complicado? No si te imaginas el lío que se armaría si sucede un desastre natural o Putin invade tu país, y todos los afectados reclaman los seguros que pagaron religiosamente. En casos así, las aseguradoras locales cobran reaseguros a tenedoras internacionales que ayudan a que esa región no colapse.
Los seguros son actos de fe. Damos crédito a que la aseguradora nos salvará el día que la necesitemos por una emergencia. Lo mismo que los bancos, cuando dan crédito a que pagaremos de vuelta todos los consumos que hacemos con las…
Tarjetas de Crédito

La historia de las tarjetas de crédito está bastante documentada, pero se resume en "comodidad y conveniencia". Son una evolución de los cheques (que no menciono en esta "breve historia" porque su uso ha venido menguando rápidamente). La diferencia crucial entre cheques y tarjetas es quién pone la fe.
Los cheques eran instrumentos de pago sobre fondos respaldados. Quien recibía un cheque lo hacía contando con el dinero que el emisor del cheque tenía en el banco, así que la fe la ponía el receptor del cheque.
Las tarjetas de crédito funcionan de manera similar, pero el comercio recibe su dinero al otro día y es el banco quien ejerce la fe en que el portador de la tarjeta devolverá el dinero prestado. Claro, esa fe no es gratis, si el portador de la tarjeta se atrasa en pagar, el banco prontamente le cobrará intereses.
A diferencia de los cheques, las tarjetas siguen en boga y no preveo que su mecanismo desaparezca jamás. Cierto es que este medio de pago seguirá evolucionando para derribar las barreras transaccionales que todavía quedan, haciendo cada vez más fácil el comercio en el mundo. Lo importante aquí es entender que tanta comodidad y facilidad para pagar amerita la responsabilidad que muchas veces desaparece ante el éxtasis de la compra.
Me refiero, por supuesto, que hoy día es tan fácil gastar dinero que muchas personas caen en el hondo agujero negro del endeudamiento irresponsable. Por eso, muchas personas prefieren usar las poco beneficiosas…
Tarjetas de débito

¿Alguna vez has jugado el juego de "Elimina una de estas cuatro comidas"? Si pusieran frente a mí estas cuatro opciones, siempre eliminaría las tarjetas de débito. Puedo entender que muchas personas prefieran usar débito por temas de control, pero realmente este instrumento transaccional es totalmente innecesario y no aporta ningún beneficio (al contrario, supone gastos).
A diferencia de las tarjetas de crédito y los cheques, con las tarjetas de débito no hay nada de fe en las transacciones. En términos simples, cuando consumes con débito, tu dinero desaparece de tu cuenta inmediatamente pagas, y el comercio recibe el dinero de inmediato. Si no tienes suficiente dinero en tu cuenta, la transacción no sucede. Pero peor aún, usar tu tarjeta de débito tiene muy pocos beneficios, no generas "millas" o "puntos", tu índice crediticio no mejora en nada y la mayoría también tiene costos de operación que la hacen impráctica.
Si eres una persona que usa si tarjeta de débito como método usual de pago, sería bueno que te plantees cambiar tu mecanismo. Empieza por adquirir una tarjeta de crédito aunque tenga poco balance, y cultiva la disciplina de realizar tus consumos con crédito, ganar millas y devolver lo consumido una vez al mes (con el dinero que tienes en la cuenta).
Otras formas de dinero
Existen decenas de instrumentos financieros que no he mencionado. Muchos de ellos involucran mayores niveles de complejidad (certificados de depósito, fondos de inversión) o están más orientados a los comercios (líneas de crédito, papeles comerciales, acciones). Además, existe todo un universo casi mágico (y confuso) basado en las "criptomonedas", una promisoria y versátil tecnología. Esta entrada no pretende ser exhaustiva porque es una "breve historia" que de hecho ya es el texto más largo de este blog, pero con seguridad iré tocando otros mecanismos de pago en el paso del tiempo.
Por cierto, no olvides regresar de tu paseo con los Sapiens.
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